La grandeza de quien dirige

En estos días se habla mucho de liderazgo, de quien es líder, de relevo de liderazgo, de construir nuevos lideres...eso me lleva a compartir con ustedes algunas miradas sobre este tema de moda en un mundo en crisis, en un cambio de época, siguiendo los análisis de los profesores Castiñeira y Lozano y la periodista Cristina Sen.

 

Un líder debe saber que conocimiento, acción y  persona deben de ir de la mano, ya que es la forma de trascender los análisis parciales y sesgados, y evitar el muy probable y paulatino ensanchamiento del ego, la confusión entre rol y personalidad.

Es algo así como un día me comento doña Milagros: ¨buscar un equilibrio entre lo que se es y lo que se hace¨, debemos mantener viva la pregunta de por que se hace lo que se hace y huir de falsos heroísmos.

 

No estamos acostumbrados a trabajar la parte interior de las personas, solo nos preocupa el físico, la envoltura, por lo que a menudo no llegan a los puestos de relevancia los mejores lideres, sino lo que mas han aguantado, entonces llegar al poder no significa ser un buen líder, sino tener resistencia.

 

Muchos de los que hablan de necesidad de cambio no se plantean cambiar ellos, el liderazgo empieza en uno mismo, el cambio empieza en uno mismo. Se requiere transformarnos nosotros mismos, para lograr que la sociedad se transforme a si misma.

 

El momento necesita lideres adaptativos, que sepan navegar por situaciones nuevas, moderar las tendencias sociales, articular contextos heterogéneos, construir mayorías, escuchar, ver y trabajar en equipo respetando las reglas. Todos sabemos que el problema de muchas organizaciones es la inmadurez de algunas personas con responsabilidades, aunque en ciertas actividades pueden ser muy eficientes, son personas tóxicas, les falta la calidad humana.

 

Quien dirige debe tener calidad humana, esto le hace grande, capaz, pues se conecta a la vida en sentido amplio  porque parte del ser para hacer.  Es difícil, pero no hablo de líderes extraordinarios, sino de liderazgos posibles. Gente dirigiendo gente, la grandeza de quien dirige radica en conectar el ser con el hacer.

 

El liderazgo a alto nivel es difícil, es una actividad estresante, la toma de decisiones, la soledad, y es unidimensional, ya que supone periodos de tiempo largos dedicados a estas única tarea, por lo que el precio a pagar es duro. Por lo que es necesario construir una cultura organizativa.

En un mundo sin un horizonte claro y en constante vaivén los dirigentes actuales se mueven en la oscuridad, y mas vale primero mirar hacia dentro.

 

Me llena el vacío y no veo salida

En estos días de crisis económica mundial me he puesto a mirar atrás y tratar de encontrar razones que me expliquen y a la vez me alumbren salidas.
 

La realidad es que la corrupción, la mala administración de los recursos, la poca transparencia en el gasto publico y privado son elementos fundamentales que de manera transversal arropan este estado de crisis económica global.  Nos llego la globalización ya Europa y Estados Unidos también están en crisis, para nosotros es normal, llevamos 519 años viviendo en crisis y hasta hemos aprendido a ser felices con ella.
 

La corrupción de los egipcios nos dejo las pirámides.  la corrupción de los griegos nos dejo el Partenón, la corrupción de los romanos nos dejo el Panteón y el Coliseo, la corrupción de la Iglesia nos dejo el estilo gótico y románico de sus templos. Hoy cuando caminamos por algunos de esos sitios solo sentimos vació, ya  en los sarcófagos no hay restos se desintegraron, ya no hay bóvedas de monedas de oro , ya solo queda la nada de lo que fue algo. Nos invade un gran vacío  es frío y solitario, nada nos queda solo historias talladas en piedras y sepultadas en memorias.
 

Hoy caminamos en el vacío, la corrupción nos arropo y que nos esta dejando...la nada que se pierde en el mercado y se reencuentra entre la oferta y la demanda, y ante tanta competencia se va dando como fin la historia. Estamos en un cambio de época  con la dura realidad de que se estancaron las ideas, solo tiene vida el deseo de tener y poseer cosas. Hacia donde vamos...nadie sabe, todos queremos un cambio, pero... estamos cada uno dispuestos a cambiar nosotros también ...  Todas las personas soñamos con cambios, pero el primer cambio es interno, el cambio empieza por uno mismo... que estamos dispuestos a cambiar nosotros...
 

Que vacío!  Nadie quiere cambiar sus privilegios, sus comodidades, sus riquezas. Todos quieren cambiar el mundo, pero los que tienen y manejan el poder nunca cambiarían su propio mundo. Sin embargo hoy sus acciones les están conduciendo, les están obligando, sin querer queriendo, a cambiar o morir.
 

Europa y Estados Unidos han administrado las riquezas de África, Asia y América, hoy la crisis es el símbolo de su fracaso, ni los grandes exponentes del capitalismo han podido dar salida al caos que crearon con sus propios sistemas. Los países ricos hoy ya no pueden con los pobres del mundo subdesarrollado o envía de desarrollo, se están desmoronando en sus naciones y tienen ya sus propios pobres, están viviendo lo que nunca aprendieron. El desempleo, la corrupción  la violencia y la desesperanza de vida son dueños de sus calles, de sus sistemas de sus estados.
 

Mirando atrás encuentro mil razones que llevaron a esta crisis, me llena el vacío como cuando camino por el Coliseo romano o cuando visito Toledo y sus hermosas edificaciones de templos y monasterios. Que cosa la vida, que duro es no encontrar la salida cuando todo conduce a que hemos fallado y necesariamente se requiere de nuevo camino. Y aquí, como isleña que soy, me ahoga el océano de deseos de que alguien cambie su vida y pueda cambiar el sistema y ese alguien eres tu y soy yo, pero nos falta entender que la inteligencia existencial debe de tener la capacidad de auto conocimiento, calidad humana y estar conectadas al ser y hacer.

Sentada aquí, viendo hacia el ayer, solo confirmo que me llena el vacío y no veo salida.