Luego del pasado 20 de mayo el PRD se ha sumergido, nueva vez, en una crisis interna producto de actitudes, acciones, y sentimientos que involucra a dos liderazgos y que dió como resultado la derrota de un partido, que la sociedad apostó a que fuera poder nueva vez.
Las y los dominicanos están cansados de oír los dimes y diretes, de presenciar los pleitos y la falta de lógica política del liderazgo político de un partido de masa, cuyas bases siempre han trabajado para ganar, pero que su dirigencia nacional no ha sabido deponer aptitudes personales ante el objetivo común de llegar al poder, lo personal nueva vez se impone sobre el bienestar de los cientos de miles de perredeístas, dirigentes y militantes, que apostaron a que llegara, nueva vez, el partido del gacho encendido, el partido de Peña Gómez.
Poco a poco la sociedad se esta acostumbrando a vivir sin el PRD, no lo ve en el poder, no lo ve haciendo oposición, no lo ve en el congreso actuando en defensa del pueblo, no lo ve en los ayuntamientos fortaleciendo la descentralización municipal. La sociedad ya no ve el partido socialdemócrata que predicaba la solidaridad, el bienestar de la gente. Peor aun no, ve un partido sino dos grupos enfrentados por las siglas, sin importarles nada más que demostrar quien gana a quien.
Y es que esta sociedad se esta acostumbrando a vivir sin el PRD, CUIDADO, las relaciones, y más las viejas, que pierden la costumbre van rumbo al olvido. Y el PRD en que esta?...en nada, la gente lo ve sin salida, sin futuro, el cansancio va ganando terreno ante los pleitos interminables de quienes no han entendido aun, que el país quería un cambio, necesitaba un cambio y que ese cambio el pueblo había decidido lo representará el PRD. Pero pudieron los egos más que el fin común de ganar para gobernar por el bienestar de la gente, por retomar la lucha democrática contra la corrupción y la falta de políticas públicas que garanticen el estado de bienestar.
El país se cansa de un partido como el PRD, grande, viejo y mal dirigido. Un partido que ya no presenta propuestas programáticas, que ya no respeta sus propios estatutos. Un partido donde nadie respeta a nadie, donde todos se creen merecedores y líderes. Un partido que no analiza sus procesos y que esta condenando a repetir sus errores.
La sociedad dominicana conoce el PRD, no espera nada nuevo pues a eso le tiene acostumbrada, a las interminables luchas intestinales de dos o tres dirigentes que se apropian de sus siglas, de su gente, de sus inmuebles, y pretenden escribir su historia haciendo olvido de sus principios. Esperar que actúe diferente es no ser parte de esta sociedad agradecida, que reconoce sus grandes aportes a la democracia, a la vida institucional, a la vida política, pero que ha vivido los procesos del PRD de forma cíclica, donde siempre las divisiones han marcado las salidas de las grandes crisis.
Se cansa la historia, el PRD nació de grupos de exiliados: uno en cuba, otro en Venezuela, otro en Nueva York, otro en Puerto Rico, y llega al país un partido de grupos que inmediatamente nace se divide. Y de tantos procesos interminables es un partido que esta cansado, que pierde poder de conciliar internamente sus diferencias de liderazgos, una dirección carente de formación política, de ideología, de contenido social, sin compromisos ni esperanzas de cambios sociales. Un partido como esta hoy el PRD se pierde en el olvido al no tener contenido, su único fin parece ser destruirse unos con otros. De eso se cansa la historia y se pierde la esperanza de un futuro.
Quienes apuestan a resolver esto con convención en el 2014, están apostando a la costumbre, al olvido. Están nueva vez pasando por arriba a los liderazgos locales, a las posiblidades de que ellos sueñen con llegar al poder, sobre todo cuando demostraron en el interior del país que ellos si saben ganar elecciones. El catorce solo beneficia a la oposición, trasladar la solución de la crisis, postergarla es apostar a que no haya tiempo para construri la victoria y organizar las candidaturas locales y nacionales para ganar las próximas elecciones.
La sociedad se cansa de la incapacidad que demuestra el PRD de resolver la crisis que han ceado sus propios dirigentes nacionales. Ellos están económicamente estables, su problema no es el bienestar de la gente, su problema es demostrar su poder individual, por eso prefieren estar en oposición, por eso juegan al olvido. Estan condenando a que el PRD viva de espalda a la sociedad, no construyen estrategias programáticas de oposición, se ha convertido en un partido que todo lo destruye. El más reciente acto de destrucción fue puesto en ejecución el pasado 20 de mayo, no les importó la oportunidad de volver al poder que la sociedad le estaba dando, ni lo pudieron ver, estaban sus líderes tan entretenidos internamente, apostando al fracaso de la candidatura de su propio partido, en demostrar quien era mas fuerte, que no vieron que las elecciones las tenían ganadas, se acostumbraron a vivir con el orgullo de ser el partido número uno, pero en la oposición.
La sociedad se cansa de la incapacidad que demuestra el PRD de resolver la crisis que han ceado sus propios dirigentes nacionales. Ellos están económicamente estables, su problema no es el bienestar de la gente, su problema es demostrar su poder individual, por eso prefieren estar en oposición, por eso juegan al olvido. Estan condenando a que el PRD viva de espalda a la sociedad, no construyen estrategias programáticas de oposición, se ha convertido en un partido que todo lo destruye. El más reciente acto de destrucción fue puesto en ejecución el pasado 20 de mayo, no les importó la oportunidad de volver al poder que la sociedad le estaba dando, ni lo pudieron ver, estaban sus líderes tan entretenidos internamente, apostando al fracaso de la candidatura de su propio partido, en demostrar quien era mas fuerte, que no vieron que las elecciones las tenían ganadas, se acostumbraron a vivir con el orgullo de ser el partido número uno, pero en la oposición.
Cuidado! La sociedad dominicana se puede acostumbrar a vivir sin el PRD... Entonces no importará que se resuelva la lucha interna, que termine la crisis. El olvido es el último sentimiento de un pueblo agradecido, pero que en este caso esta cansado.
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