El Presidente Leonel Fernandez hizo alocución al país el pasado domingo 24 de julio, su discurso como siempre estuvo bien organizado, bien entonado, con mil palabras, varias citas parte de la historia, pero como siempre nos tiene acostumbrado fue una pieza de oratoria sin un toque de dulzura, de aprecio humano, de afectividad a la gente, sin sentimiento de pueblo de ese pueblo que sufre día tras día las indolencias de las políticas y obras de su gobierno.
Escuche al candidato del PSOE, Rubalcaba, en su discurso de presentación de candidatura, decir que el había entrado a la política para luchar por la democracia, que la gente es la dueña de la democracia, que hay que escuchar a la gente, que quiere ganar pero que lo primero que le pide a su partido es que solo ofrezcan lo que puedan cumplir, ser ambiciosos pero realistas y que eso comienza con ser austeros en el manejo de los gastos en el gobierno.
Escuche a Leonel decir que hay crisis, nacional e internacional, y que para enfrentar esta crisis hará mas carreteras, puentes, obras con los prestamos que logre y con las medidas que le beneficien del Fondo Monetario, osea no sera austero sino que seguirá derrochando en varilla y cemento, mientras que el bienestar de vida de las y los dominicanos se deteriora día a día, E´palante que vamos!
Y es que es tan egoísta que su ego lo lleva a querer seguir siendo el protagonista de una historia presente que no le corresponde, Danilo es el candidato electo del PLD, en contra de un Leonel Fernandez que ha hecho todo para que Danilo no llegue, pero que en este momento debe de guardarse todos sus odios y obedecer a los intereses de su escuadrón de gobierno que temen a una embestida legal que demuestre los actos de corrupción que caracterizan este gobierno peledeista.
Un discurso con mil palabras, donde no expresó su compromiso de tomar medidas a corto plazo para luchar contra el desempleo, la violencia, la inseguridad, el alto costo de la vida, el alto precio de los combustibles. Mil palabras en un país donde unos cuantos viven como ricos a costillas de un pueblo que sufre miseria, inseguridad y día tras día ve disminuir sus esperanzas de vida ante el deterioro del bienestar del pueblo.
Un discurso con mil palabras, frío y sin contenido para un interlocutor que no quiere promesas, que no quiere discursos, que busca cosas que le ayuden a tener esperanza de vida. Mil palabras, varias citas y nada de humanidad, de afecto, de compasión, de real compromiso para la gente.
Vuelve el Presidente hablar de campaña, de las obras que le darán dinero a su cuadrilla para querer comprar la consciencia de la gente, de este pueblo, pero Leonel olvida que ya hay internet, que muchos leemos, pero sobre todo que pocos comemos.
Ese es Leonel, un discurso, mil palabras...y nada humano.
Escuche al candidato del PSOE, Rubalcaba, en su discurso de presentación de candidatura, decir que el había entrado a la política para luchar por la democracia, que la gente es la dueña de la democracia, que hay que escuchar a la gente, que quiere ganar pero que lo primero que le pide a su partido es que solo ofrezcan lo que puedan cumplir, ser ambiciosos pero realistas y que eso comienza con ser austeros en el manejo de los gastos en el gobierno.
Escuche a Leonel decir que hay crisis, nacional e internacional, y que para enfrentar esta crisis hará mas carreteras, puentes, obras con los prestamos que logre y con las medidas que le beneficien del Fondo Monetario, osea no sera austero sino que seguirá derrochando en varilla y cemento, mientras que el bienestar de vida de las y los dominicanos se deteriora día a día, E´palante que vamos!
Y es que es tan egoísta que su ego lo lleva a querer seguir siendo el protagonista de una historia presente que no le corresponde, Danilo es el candidato electo del PLD, en contra de un Leonel Fernandez que ha hecho todo para que Danilo no llegue, pero que en este momento debe de guardarse todos sus odios y obedecer a los intereses de su escuadrón de gobierno que temen a una embestida legal que demuestre los actos de corrupción que caracterizan este gobierno peledeista.
Un discurso con mil palabras, donde no expresó su compromiso de tomar medidas a corto plazo para luchar contra el desempleo, la violencia, la inseguridad, el alto costo de la vida, el alto precio de los combustibles. Mil palabras en un país donde unos cuantos viven como ricos a costillas de un pueblo que sufre miseria, inseguridad y día tras día ve disminuir sus esperanzas de vida ante el deterioro del bienestar del pueblo.
Un discurso con mil palabras, frío y sin contenido para un interlocutor que no quiere promesas, que no quiere discursos, que busca cosas que le ayuden a tener esperanza de vida. Mil palabras, varias citas y nada de humanidad, de afecto, de compasión, de real compromiso para la gente.
Vuelve el Presidente hablar de campaña, de las obras que le darán dinero a su cuadrilla para querer comprar la consciencia de la gente, de este pueblo, pero Leonel olvida que ya hay internet, que muchos leemos, pero sobre todo que pocos comemos.
Ese es Leonel, un discurso, mil palabras...y nada humano.
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